Autorización de menor para emigrar con un progenitor  

Este post está orientado a las madres y padres que quieren mudarse a vivir a Alemania u otro país con sus hijos sin la padre o madre, pero con su autorización ¿Cómo hacerlo? Debajo la experiencia personal.

Uno de los temas que más dolores de cabeza nos causó cuando emigramos a Alemania fue como formalizar una autorización para emigrar para un menor que viaja solo con un progenitor.

Aunque ya a nadie sorprende que exista una madre o un padre que por diversas circunstancias quede a cargo de un menor, las reglas migratorias e información que se encuentra suelen ser todavía muy conservadoras y asumir que solo existen en el mundo parejas heterosexuales formalmente unidas en matrimonio que conviven hasta que la muerte los separe.

Al ser padre no biológico de la hija de mi esposa, nos hemos enfrentado a esta cuestión en las diferentes migraciones que hemos realizado. Ya llevamos 3 países en que nos ha costado mucho conseguir información, por lo que compartiré mi experiencia para quien se encuentre en situación similar.

Antes un descargo de responsabilidad: no soy un asesor profesional en la materia y todo lo que escribo en el blog (incluido este post) representa solo mi experiencia personal. Lo escrito aquí no quita que, dependiendo de la situación particular de cada uno, país de origen, país de destino, se busque un asesoramiento profesional adecuado. No me hago responsable por quien decida seguir ciegamente mi experiencia sin antes asesorarse debidamente.

Dicho lo anterior hemos recibido muchísimos asesoramientos profesionales contradictorios o ambiguos sobre sobre esta situación. Contaré el caso que más dolores de cabeza nos causó, pero ha sentado buen precedente para las siguientes situaciones, pues ha funcionado y no nos han cuestionado el permiso. Es el caso que funcionó para nuestra migración desde México a Alemania.

Primero que todo debemos buscar un notario. Si tienes suerte tal vez el notario tiene claro este tema (no fue nuestro caso). La autorización que debe dar el progenitor que no viaja con el menor debe ser realizada en un acto legal certificado por el notario. A continuación, detallo unas pautas generales del escrito que debe firmar el progenitor autorizador ante el notario:

  1. El permiso debe darlo el progenitor que no vivirá con el menor.
  2. No es necesario que el texto sea muy extenso. Una página es suficiente.
  3. En el texto de la carta autorización que gestionamos figuraban los siguientes temas:
    • Escrito en primera persona por el progenitor autorizador.
    • Hace mención a que voluntariamente otorga la autorización para que el menor pueda salir del país de origen acompañado por su padre/madre al país de destino donde residirá y establecerá su residencia.
    • Agregar el mes y año en que ocurrirá el traslado.
    • Como este permiso, además que para trámites migratorios, lo pueden solicitar para algunos temas administrativos una vez en el país de destino (en nuestro caso nos lo pidieron para la inscripción en la escuela) es bueno agregar un párrafo en el que el progenitor autorizador también autoriza al progenitor autorizado para que gestione actos legales y administrativos necesarios para la vida diaria en la estancia del menor en el extranjero. Esto último si bien no es totalmente necesario, nos evita que una vez en el país de destino nos pidan el consentimiento del progenitor ausente y se tenga que gestionar un nuevo permiso por cada trámite que realicemos, lo que al estar ya en el extranjero puede ser complicado. De todos modos, alguna institución puede solicitar autorización adicional. Nos sucedió en una ocasión que fuimos a un médico que solicitó una autorización explícita del progenitor ausente para realizar una intervención médica al menor. Fue un caso excepcional.
    • Si bien recibimos puntos de vista contradictorios entre diferentes notarios respecto a si la autorización debía incluir una fecha final del viaje o no, optamos por dejarlo abierto sin definir una fecha final. No tuvimos problemas con esto.

Ni en el trámite de visa migratoria, ni en la presentación a las autoridades del colegio, nos hicieron comentarios respecto al permiso y fue aceptado.

Y eso fue todo. Parece sencillo, pero llegar a esto nos horas de consultas y debates. En el caso de Alemania tuvimos que además traducir el permiso por traductor jurado certificado. No nos requirieron apostilla para este documento.

Un último comentario: lo anterior fue exitoso respecto al permiso que pedía Alemania (de cara el país de destino). Esto no quita que también se tengan que averiguar los requisitos en el país de origen, ya que algunos requieren que haya un acuerdo legal en el que un juez debe decidir y dar sentencia sobre la conveniencia del menor de salir o no del país, independientemente de lo que los padres decidan. Por lo que es bueno revisar este tema también con un abogado de familia del país de origen.

Nosotros en particular, realizamos también este trámite. Aunque luego nos hayan dicho que no era necesario, optamos por obtener este permiso judicial en el país de origen que pone los intereses del menor por encima de los progenitores.

Este es un tema sobre el que no hay mucha información en la web, por lo que si pasaste por una situación similar por favor compártelo en los comentarios. Habiendo pasado por esto, aunque no sean opiniones certificadas y profesionales, ayuda mucho escuchar experiencias que hayan funcionado.

Hasta la próxima…

3 mitos a tener en cuenta antes de emigrar

Una de las preguntas más habituales que suelo ver en los sitios relacionados con vida en otros países es algo parecido a: “…quiero irme a vivir a PAIS X… ¿me conviene? ¿está fácil? ¿cuánto dinero necesito?” La respuesta honesta es dura: ¡quédate en tu país, no emigres!

Emigrar a otro país, y más si vas a un lugar con otro idioma, es una aventura con miles de trámites, burocracias, etc. “No es fácil” diría un gran amigo. En los países latinos existe la mala idea que los que emigraron se llenaron los bolsillos de euros o dólares de un día a otro. Obviamente existen casos de éxito, pero no es la regla. ¿Pero entonces por qué siempre escucho historias de éxito de la mayoría de gente que emigró? Aquí 3 razones:

  1. En la mayoría de los casos, a la gente no le va tan bien como parece. Lo que sucede es que una característica del que emigró es que busca convencer, incluso (y sobretodo) a sí mismo, que su decisión fue correcta. Por ese motivo, la mayoría de la gente suele exagerar su éxito. La mayoría trabaja de cosas que no aceptaría en su país de origen y lleva estilos de vida que en su país no se atrevería a realizar por el que dirán. El anonimato en el exterior ayuda a vivir como un mendigo sin que nadie juzgue.
  2. A lo anterior sumemos las famosas historias de éxito que cuentan amigos y familiares sobre gente que ni siquiera conocen. Un día llega tu madre y te dice: “Me encontré con la madre de Roberto, dice que en Inglaterra le va fantástico, que tiene un sueldo increíble”. Aquí, lo dicho en el punto 1 se potencia. Primero: Roberto seguro exagera su éxito a su madre. Segundo, como toda madre que quiere presumir de su hijo, seguramente la madre de Roberto exagere aún más la historia cuando lo cuenta a sus amigas, entre las cuales se encuentra tu madre. Conclusión: Roberto tal vez trabaja de camarero en una cadena de restaurantes, pero nos llega que es socio accionista de uno de los mejores restaurantes de comida libanesa en Londres.
  3. Por último, si hay historias que pueden ser reales. Seamos un poco optimistas y confiemos en que lo que nos cuentan por internet es real. Obviamente, esas historias no son la generalización. La gente que tiene éxito gusta de contarlo. Los otros miles que no les fue bien no suelen publicar sus fracasos en un blog o un periódico.

Conclusión: si realmente estás considerando emigrar haz tu propia investigación. No dejes que nadie tome la decisión por ti. Siéntate, investiga, observa ventajas y desventajas. La realidad es dura. Nadie te estará esperando en el aeropuerto de Heathrow con alfombra roja con un trabajo bien pago para que disfrutes a lo grande del viejo continente. Haz una lista de cosas que buscas. Ve con ganas. Analiza riesgos. Prepárate para el peor escenario. Ej.: meses sin conseguir trabajo, problemas burocráticos, dificultad para abrir una cuenta bancaria, etc. Si la decisión de emigrar la vas a confiar a que un desconocido te responda en un blog: “¡vente para Inglaterra, vente sin hablar inglés que aquí te llenas de dinero!” no estarás preparado para enfrentar la realidad y te desmotivarás muy fácil.